El marxismo-leninismo es una corriente ideológica y política que combina las teorías del marxismo, desarrolladas por Karl Marx y Friedrich Engels, con las ideas y prácticas políticas de Vladimir Lenin, líder de la Revolución Rusa y primer dirigente de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
El marxismo-leninismo se considera la ideología oficial de los países socialistas en el siglo XX, y ha sido especialmente influyente en la formación del comunismo soviético y en la expansión del movimiento comunista internacional. Se basa en la concepción materialista de la historia de Marx, que sostiene que los conflictos entre las clases sociales son el motor de cambio y desarrollo social, y en la teoría del Estado y la revolución de Lenin, que propone la toma del poder por parte del proletariado bajo la forma de un partido revolucionario de vanguardia.
Principales características del marxismo-leninismo:
Dictadura del proletariado: El marxismo-leninismo enfatiza la necesidad de que el proletariado tome el poder político y establezca una dictadura para garantizar la transición del capitalismo al socialismo.
Partido Comunista: Se considera fundamental la existencia de un partido comunista revolucionario, que actúe como vanguardia del proletariado y organice la lucha por el socialismo.
Lucha de clases: El marxismo-leninismo sostiene que la historia se basa en la lucha de clases entre los propietarios de los medios de producción (burguesía) y los trabajadores (proletariado), y busca la abolición de la propiedad privada y la implementación del control estatal sobre los medios de producción.
Internacionalismo: La corriente marxista-leninista busca la unidad y solidaridad de los trabajadores a nivel internacional, promoviendo la idea de una revolución mundial y la formación de una sociedad comunista global.
Planificación económica centralizada: El marxismo-leninismo defiende la planificación centralizada de la economía, con el objetivo de satisfacer las necesidades de la población y eliminar la explotación capitalista. Esta planificación implica la nacionalización de los medios de producción.
Teoría del imperialismo: Lenin desarrolló la teoría del imperialismo, que sostiene que el capitalismo en su etapa avanzada se caracteriza por la dominación de monopolios y la explotación de los países periféricos.
Socialismo en un solo país: A diferencia de los primeros escritos de Marx y Engels, que abogaban por una revolución mundial y la abolición inmediata del estado, el marxismo-leninismo postula que el socialismo puede construirse en un solo país y luego expandirse.
El marxismo-leninismo ha tenido un impacto sustancial en la política mundial y ha influido en múltiples movimientos y revoluciones a lo largo del siglo XX. Sin embargo, también ha sido objeto de críticas y controversias, y su aplicación en la práctica ha sido objeto de debate entre diferentes interpretaciones y experiencias históricas.
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